La novedad del amor de Cristo
Hoy escuchamos en el evangelio de Juan el mandamiento del amor al otro como novedad y distintivo de la vida cristiana, tal como Jesús lo enseña en la última cena a sus discípulos. Y ese amor tiene su origen en el amor de Cristo que, a su vez, es el de amor de Dios. El fundamento del mandato nuevo es “como yo os he amado”, que hemos de interpretar también como causal en el sentido de “puesto que yo os he amado”. El amor de Cristo hasta entregar la vida en la cruz es el que hace nuevas todas las cosas y su novedad ilumina toda la realidad. Por ello, en el Apocalipsis son nuevos el cielo y la tierra, la ciudad de Jerusalén y la Alianza de Dios con los hombres que celebramos en cada Eucaristía. Y en Hechos de los Apóstoles es también nuevo el horizonte misionero de Pablo y Bernabé que ha abierto la fe al mundo de los paganos.