Transfigurados con Jesús por medio del Evangelio
La transfiguración, anuncio anticipado de la gloria
La palabra de Dios de este domingo segundo de la cuaresma nos abre a una gran esperanza, pues nos ofrece la escena de la transfiguración como un preludio del final del recorrido cuaresmal, que será la Pascua, pero el camino hasta la gloria hay que recorrerlo a través de la Pasión. Ésta es la función que cumple a la mitad de los evangelios sinópticos la narración de la transfiguración. La transfiguración es el anuncio anticipado de la gloria real de Jesús en su resurrección. La transfiguración revela que el único camino hacia la gloria del Hijo del Hombre es el del sufrimiento y del rechazo (Lc 9,27-36). La narración nos cuenta un momento crucial de encuentro revelador de Jesús con Pedro, Santiago y Juan. Es un encuentro en una montaña, que la tradición identifica como el Tabor. Jesús se transfiguró delante de sus discípulos y su rostro se convirtió en otro muy refulgente. El blanco brillante de la luz pertenece al lenguaje apocalíptico y significa la pertenencia de Jesús al mundo divino (Dn 7,9; Ap 1,14; 2,17).