La Dicha de los pobres es el Reino de Dios
La dicha por el Reino de Dios
En las bienaventuranzas se proclama la dicha del Reino de Dios como una propuesta de alcance universal que presenta a los pobres de la tierra como los destinatarios primeros de la dicha propia del Reino. Los pobres del evangelio son los más necesitados por su estado de miseria y los discípulos de Jesús, el cual se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza. Este punto capital de las bienaventuranzas se puede apreciar en las dos versiones evangélicas de Mateo y de Lucas. Este año leemos las del tercer evangelio, acompañadas de otros textos bíblicos que contribuyen a su profundización y realce. Jeremías declara bendito al que pone su confianza en el Señor (Jr 17,5-8); El Salmo proclama dichoso al hombre que medita la ley día y noche (Sal 1,1-2.3.4.6) y Pablo centra su discurso sobre la esperanza y la alegría en Cristo resucitado (1 Cor 15,16-20).